Golpes de calor en el entorno laboral
Uno de los peligros laborales más importantes durante los meses de verano son los golpes de calor. En esta época del año las altas temperaturas se convierten en una de las principales amenazas para la salud de los trabajadores en aquellas actividades en los que la exposición a altas temperaturas es continuada.
Primeros síntomas que el calor provoca en nuestro cuerpo:
- Cansancio.
- Dolor de cabeza.
- Mareo.
- Inestabilidad.
- Náuseas y vómitos.
- Enrojecimiento.
- Sequedad de la piel.
- Calambres.
¿Qué es un golpe de calor?
Un golpe de calor se produce por la acumulación excesiva de calor en el organismo. Esta acumulación puede producirse ya sea por las altas temperaturas del entorno o por el calor que genera nuestro propio cuerpo al realizar actividades físicas intensas. Cuando esto sucede el cuerpo es incapaz de enfriarse mediante el sudor. La elevación de la temperatura corporal provoca una disfunción del sistema nervioso central y un fallo en el mecanismo de regulación térmica. La consecuencia más grave puede ser la muerte de la persona afectada.
«Un golpe de calor se produce por la acumulación excesiva de calor en el organismo.»
Qué medidas de prevención podemos tomar
- Informar siempre sobre los riesgos.
- Mantenerse una correcta hidratación.
- Proteger la cabeza de los rallos solares con gorras, sombreros o cascos.
- Utilizar ropa amplia y ligera, con tejidos que faciliten la ventilación.
- Conocer los síntomas: mareo, palidez, dificultad respiratoria, palpitaciones y sed extrema.
- Adaptar los horarios para reducir la exposición al sol en horas en las que hace más calor.
- Utilizar cremas de alta protección contra el sol.
Primeros auxilios ante un golpe de calor
- Retirar al afectado de la fuente de calor.
- Avisa inmediatamente a los servicios de urgencias (112).
- Retírale la ropa y refréscale el cuerpo con agua fría.
- Colócalo boca arriba, con la cabeza ligeramente elevada.
- Ponerle los pies en alto para que la sangre llegue a la cabeza.
- Si está consciente, darle de beber líquidos que, a ser posible, contengan sal y azúcar.
- No controlar las convulsiones. Se podrían producir lesiones musculares o articulares importantes.
- Colocar algo blando (ropa, cojín, etc.) debajo de la cabeza para evitar que se golpee contra el suelo.
Los golpes de calor, uno de los riesgos laborales más graves durante los meses de verano.
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